Entro a una masa viscosa que me moldea como quiere, que me aprisiona, me desgarra y me hace sentir asco, repulsión e inconsciencia, se me revuelve el estomago. Tengo que escapar, logro con un pretexto volar, pero aterrizo en otra tonalidad, una conocida, agradable, que me atrapa pero me hace sentir limpia, una luz recorre mi vientre y logro aceptarlo, es una tonada diferente, impregnada de experiencia pero también de irresponsabilidad con un tono de traición, pronto se hace notar el defecto de este nuevo ser, todo termina en almohadas, sabanas, remordimiento y sueños…
martes, 30 de marzo de 2010
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