Toma un color tornasol que pasa de un tono a otro, libera un brillo diferente cada 2 segundos, las luces comienzan a subir de a poco… a volar por las blancas nubes hasta tocar los rayos cegantes del sol, cuando logra llegar a su centro se expanden por todo el cielo y se nubla tu vista con esos pequeños puntitos que parpadean.
Por un tiempo logras ver el mundo diferente, con un poquito de luz en cada momento que te hace imaginar un lugar mejor, algo por lo que luchar, algo por lo que existir.
Pero en un parpadear los puntitos desaparecen, y te encuentras tirada en el pasto sin saber que decir, los puntitos se cambian por lámparas redondas de un parque extraño.
Te incorporas y te das cuenta que nada ha cambiado, que todo sigue igual y que necesitas una razón, un rayito de luz, un te quiero, un todo va estar bien y mañana será otro día.
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